jueves, 28 de agosto de 2014

Fuera la especulación capitalista de los barrios obreros

Por si el Ayuntamiento de Madrid no hubiese tenido suficiente con la polémica de las Olimpiadas de 2022, ahora los vecinos del distrito Argazuela tenemos un claro ejemplo de especulación urbanística en la puerta de nuestras casas.

Y es que resulta que los obreros, las obreras y los jóvenes de extracción obrera y popular de nuestros barrios, nos encontramos con un nuevo, gran negocio de la burguesía, que busca sacar el más eficiente partido a una enorme zona de Arganzuela sin contar con nuestros intereses (para variar); la noticia es la siguiente: Se aprobó en un pleno del Ayuntamiento, hace escasos días, el plan urbanístico para la construcción de dos rascacielos y un complejo de edificios en la parcela que ahora mismo ocupan el Estadio Vicente Calderón y la antigua fábrica de Mahou. Después de la marcha del Club Atlético de Madrid al Estadio de La Peineta, se iniciarán las obras de estos edificios en la rivera del río Manzanares (proyectadas para finalizar en 2022).

Asegura el gobierno de la Comunidad de Madrid que este proyecto es necesario para poder disfrutar de nuevas zonas verdes y reflotar la economía y la transacción inmobiliaria local, también para enterrar definitivamente la M-30 a su paso por la orilla del Manzanares. Además, aprovechando que se planea diseñar una serie de espacios verdes y bulevares a los pies de estos grandes edificios, defiende Ignacio González que el proyecto servirá para "recuperar y extender la esencia de la histórica pradera de San Isidro madrileña". Siendo un proyecto tan ambicioso como problemático, el Ayuntamiento ha logrado sacarlo a delante, tras remover cielo y tierra. ¿Supone la construcción de estas infraestructuras una gran iniciativa para que los vecinos de Arganzuela recuperen grandes espacios de ocio y vean mejoradas las condiciones de su día a día? nada más lejos de la realidad...

Esto no supone más que otra maniobra de los capitalistas para sacar el máximo beneficio posible y se puede comprobar conociendo los tejemanejes que el Club ATM, la empresa Mahou, FCC y el Ayuntamiento de Madrid tienen entre sí. Por ejemplo, FCC construirá unos bloques antes que otros porque la situación de estos permitirá que puedan ser vendidos a mayor precio, así podrán cubrir la inversión con mayor facilidad. Otra muestra de estos chanchullos, se percive con la gran especulación de la propiedad urbanística presente, al saber que la directiva del Club de fútbol vendió los terrenos a las constructoras para financiar la construcción de La Peineta (en el barrio de San Blas), dando luz verde a estas empresas para hacer sus negocios. Pero estas obras tampoco saldrán nada baratas... solo cubrir la M-30 costará 4.745 millones de euros (precio similar al de las gigantesca construcción de Madrid Río), peso que por supuesto tendrá que soportar la clase trabajadora. Pero no solo nos quedemos con la idea de que las empresas han aprovechado esta oportunidad para generar grandes beneficios. ¿Por qué? hemos de saber que el sistema capitalista, por naturaleza, lleva una contradicción constante causada por la búsqueda del óptimo beneficio en cada momento concreto... En nuestro caso, podemos ver cómo el actual gobierno del PP ha anulado la ley urbanística promulgada en 2007 por ellos mismos, la cual prohibía la construcción de edificios de más de 4 alturas (modificación del Plan General de Ordenación Urbana y la Ley del Suelo); el gobierno de la Comunidad de Madrid ha hecho todo lo humanamente posible por sacar adelante este beneficioso proyecto, al margen de las actuales necesidades de las/los trabajadoras/es, por supuesto.

Desde el PCPE y los CJC entendemos que esta construcción de grandes edificios no beneficia en absoluto a los/as trabajadores/as y los jóvenes de Arganzuela, si no a la gran empresa. Nos intentan vender que esta iniciativa traerá ventajas para la pequeña y mediana empresa, que gozará de establecimientos disponibles aquí... seamos conscientes ¿Qué posibilidades tienen los pequeños negocios dentro de un sistema donde los monopolios engullen y la concentración de la propiedad está cada vez en menos manos? No nos pueden engatusar con cuentos chinos. Este proyecto nada tiene que ver con nosotras/os y no lo aceptamos. Sólo se puede parar esta nueva ofensiva del capital con una fuerte lucha en las calles de nuestros barrios, junto a todos los y las comunistas, codo con codo.



¡De barrio a barrio, orgullo proletario!

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